TEMAS DE ORACIÓN EN LOS ÉXTASIS EN EL PERÍODO 1926-1963

Los primeros testimonios de estos fenómenos espirituales los tenemos reflejados en las libretas de apuntes de la Madre Aurora. Esta religiosa recoge sólo algunos de los fenómenos místicos. Muy poco aporta al tema que estamos tratando. Es la confirmación de que la Madre ya en este año tiene visiones.

Más fidedigno en el testimonio de la Madre en el Diario, que ella misma escribe: “En el año 1927, siendo yo religiosa de la Congregación de María Inmaculada, el día 30 de octubre el Buen Jesús me pide me dé de lleno a trabajar fuertemente con el P. Arintero, religioso dominico, para hacer conocer la devoción del Amor Misericordioso; yo ya trabajaba de algún tiempo hacía con dicho Padre, pero con la orden de mi Director de que nadie supiese que yo estaba unida a dicho Padre en esta labor, ni siquiera mis Superiores, y el mismo P. Antonio Naval expuso al P. Arintero el deseo suyo de que nadie supiese que yo estaba unida a él en esta labor”[88]. Cuando la Madre escribe “el buen Jesús me pide” es sinónimo de “el Señor me ha pedido en éxtasis”.

La Madre seguirá escribiendo en su Diario desde esa fecha (la primera con la que inicia el Diario) hasta el 10 de Mayo de 1962[89]. Este Diario refleja casi exclusivamente los mensajes que la Madre recibe de Dios y que, en su mayoría, son  manifestaciones de la voluntad de Dios sobre ella. Las conclusiones que sacamos son que la Madre tiene abundantes visiones místicas, que Dios le revela a la Madre cosas y que la Madre cumple esos deseos de Dios a rajatabla.

Al ser la finalidad de este trabajo conocer la forma en que la Madre vive estos éxtasis, sus reacciones, sus peticiones, sus “regateos” con Dios, sus acciones de gracias, etc., dejo a un lado este libro maravilloso de la Madre  y me centro en las grabaciones con magnetofón de Pan 22. Al no disponer de documentos que ilustren el cómo acontecen los éxtasis, no se puede hacer otra cosa que agradecer a Dios su bondad para con la Madre, admirar la disponibilidad de la Madre para con Dios y acatar con amor filial en contenido de sus “el Señor me ha dicho...”.


[88] Diario 30 de Octubre de 1927, 1

[89] El Diario termina con el número 1618